Un recuerdo imborrable para el día de tu boda

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Una de las invenciones que sin duda revolucionó la sociedad del siglo XIX fue la de la fotografía. Existen diferentes versiones acerca del año concreto en el que este invento vio la luz. Para la mayoría de la población ese año es 1839, aunque para muchos otros el dato es de 1822, opinión mayoritariamente extendida entre los habitantes de una localidad francesa llamada Saint-Loup-de-Varennes, la población natal de su supuesto descubridor, Joseph Niépce.

Sea como fuere, la realidad es que esta invención cambió la manera de ver las cosas. Era el momento en el que la imagen comenzaba a valer más que las palabras. Los periódicos lo sabían y fue por ello por lo que comenzaron a reservar espacio para incorporar fotografías en las informaciones. Era la mejor prueba para que los consumidores creyeran en la veracidad de los hechos.

Con el paso del tiempo, no obstante, la fotografía ha ido ganando terreno en otros aspectos y ha adquirido un claro valor emocional para las personas puesto que es un instrumento a través del cual se pueden evocar momentos pasados con suma facilidad. Una fotografía es a fin de cuentas un recuerdo y, para todos aquellos que valoran esta especie de cosas, una foto es un auténtico tesoro.

Pero donde han adquirido un valor fundamental las fotos es en eventos como las bodas. De un tiempo a esta parte, contratar a un fotógrafo para la elaboración del álbum y a un cámara para grabar vídeo es parte indisociable de una celebración como tal. Hasta tal punto de que ya no se concibe una boda sin ninguno de esos dos elementos. Es imposible imaginarse una boda sin que, algún tiempo después, los novios hagan gala con sus familiares y amigos del álbum y el vídeo que ilustra el día de su enlace.

El valor tan grande de estos elementos hace que elegir a la empresa encargada de hacer las fotos, conformar el álbum, grabar el vídeo y montarlo sea una decisión tan importante como cualquier otra de las que está relacionadas con la boda. Film Works, una de las entidades que se encarga de trabajos como estos en la ciudad de Barcelona, es una opción para convertir en realidad esas ansias por disponer de un recuerdo tan vivo de un día de boda. Por eso, durante el enlace guarda tu cámara, tu móvil, disfruta del momento y deja en manos de sus profesionales un trabajo fotográfico que a buen seguro merecerá la pena.

Servicio íntegro de principio a fin

En los últimos años viene desarrollándose la moda de preparar una sesión fotográfica días después de la boda, en la que los novios vuelven a engalanarse con sus vestidos y trajes para exhibirlos en lugares más originales y novedosos. El día de la boda es al final un día en el que todo está programado y en el que la buscar la originalidad es sumamente difícil. Lo que se gana con esta sesión extra es una fotografía mucho más elaborada y, sobre todo, original.

Desde Film Works se ha apostado por darle peso y valor a este tipo de sesiones. Es por eso por lo que se compromete a ofrecer un servicio que tenga vigencia después del día de la boda. Aprovecharlo permitirá encontrar en el futuro álbum del enlace unas fotos que exhibir con el máximo orgullo del mundo.

Barcelona es una ciudad y una provincia en la que existen numerosísimos lugares para realizar este tipo de sesiones post-boda. Se trata de una ubicación ideal para hacer más rico ese álbum. Film Works, que ya cuenta con bastante experiencia en este campo, es una alternativa más que ideal para conseguir un producto lo más trabajado posible. Arrepentirse no entrará en la mente.

Las fotografías equivalen a recuerdo. Y éste potencia en muchas ocasiones el amor que sentimos por la otra persona. Si estás decidido o decidida a contraer matrimonio, no olvides que puedes adquirir a un precio muy bajo el mejor de los recuerdos. Para ello sólo has de contactar con Film Works.

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