Como muchos de vosotros sabréis porque lleváis años leyendo mis aventuras y desventuras con el mundo de la fotografía, mi punto fuerte no son las bodas precisamente, pero más que nada porque nunca me he interesado en ellas ni he prestado servicios de reportajes para bodas ni similares, por eso, que una amiga me pida que le haga el reportaje de boda me acojonó bastante.
Supongo que es lo lógico, antes la mayoría de mis amigas estaban viviendo a tope la universidad o sus primeros años de experiencia laboral y ahora, con treinta y pocos, muchas de ellas empiezan a contraer matrimonio por lo que es ahora cuando alguna de ellas me puede pedir ciertos favores fotográficos y no antes.
El caso es que quiero hacer un trabajo digno de Oscar, no solo porque es mi primer trabajo en una boda sino porque será mi regalo para ella y su futuro marido, y quiero que lo disfruten al máximo y que luego sea el mejor recuerdo que puedan guardar.
Para empezar he estado viendo los portfolios que tienen colgados en sus web muchos profesionales del sector. La mayoría me ha parecido demasiado cursi y predecible, pero he de reconocer que hay algunos que hacen verdaderos reportajes creativos y son muy buenos ejemplos en los que fijarme. De hecho, estoy estudiando detenidamente el book de estos fotógrafos de boda en Zaragoza porque me parecen realmente buenos. Si entráis en su web, lovelyphoto.es y os fijáis en sus fotografías notaréis cómo destaca notablemente la luz en todas sus imágenes. Hacen unos juegos realmente creativos y eso es lo que quiero conseguir yo también.
Y el caso es que estoy muy emocionada con todo esto y creo que voy a dar el 100% de mí misma en este trabajo, y si puedo, el 200%. Me ha pedido que la acompañe a ver su traje de novia lo cual me viene de perlas porque así veré el estilo que piensa llevar, más o menos, y el rollo que se les puede dar a las imágenes. Se lo ha comprado en Joana Diestre y he estado viendo un poco la web de esta diseñadora para hacerme una idea pero tiene colecciones tan dispares que no sé muy bien por dónde pueden ir los tiros.
También he pensado que otro regalo de boda que puedo hacerle es un tratamiento facial para preparar su piel antes de la sesión de fotos, así el maquillaje seguro que luciría estupendo y ella estaría encantada. He estado mirando un poco por distintos centros y Beauty & Therapy me ha convencido bastante porque tiene varios tipos de tratamiento dependiendo de las necesidades de la piel de cada clienta y los precios no están nada mal así que es posible que le coja un par de sesiones allí la semana antes de las foto y le dé una sorpresa añadida.
Lo que tengo muy claro es que no quiero hacerles posar con el típico beso a media luz, o mirándose a los ojos como si fueran bobos. Lo que pretendo es conseguir unas imágenes espectaculares siendo ellos mismos, donde se vea realmente su personalidad y no una postura impostada. De hecho, en este sentido, me trae sin cuidado el paisaje que tengan detrás porque lo que quiero es captarlos a ellos, no quiero imágenes idílicas en prados verdes con florecillas silvestres, quiero la urbe, quiero lío, quiero risas y quiero mucha naturalidad.
Como es la primera vez que hago algo así no me vendría nada mal algún consejo así que, si estáis dispuestos a ayudar a una pobre fotógrafa sin experiencia en este sector, no dudéis en contarme lo que os gustaría a vosotros o las ideas que tenéis al respecto.