Creo que soy uno de los pocos fotógrafos que puede asegurar que es polifacético de verdad. He conocido algunos que dicen serlo pero luego resulta que lo dicen porque hacen retratos, books y fotografía de bodas, por ejemplo. Yo no, yo he pasado por todas las fases de la fotografía, o casi todas al menos.
Empecé con la ilusión del que quiere ganar un Pulitzer y me dediqué a hacer fotografía de acción. Me metía en cualquier disturbio que hubiera, viajaba a los países más conflictivos y buscaba la imagen más impactante. Era un trabajo muy movido, y aprendí mucho, pero necesitaba algo más relajado. Cuando llegué a la treintena pensé en viajar de otro modo y empecé mi etapa de fotografía paisajística. Trabajé para Greenpeace, para National Geographic, para una revista de historia de reconocido prestigio en Inglaterra y me cansé, me cansé de no poder tener un destino fijo donde tener familia así que volví aquí, a mi tierra, y con mis ahorros monté mi propio estudio de fotografía.
Así, a los 35 años empecé a hacer fotografía publicitaria en Barcelona en mi estudio, fotografía sobre todo de modelos y para campañas pero me di cuenta de que eso podía dar mucho dinero en ciertos momento y luego dejarte mirando a la luna de Valencia en otros, por eso abandoné la fotografía publicitaria y me vine a Alicante, donde finalmente me he establecido como fotógrafo de eventos. Aquí me casé, y aquí he tenido a mis dos retoños, Ana y Sara, y las dos quieren ser fotógrafas cuando sean mayores (ya veremos lo que les dura la idea) y lo que más gracia me hace de todo esto, lo más irónico, es que tras trabajar como fotógrafo en varias empresas, trabajar por cuenta ajena y propia, tener exposiciones, vender imágenes, e incluso perseguir famosos cual paparazzi al principio de mi andadura barcelonesa (cosa que duro poco gracias a Dios y ni menciono), lo que me hace ganar dinero ahora son los frikis.
La originalidad ante todo
Fotógrafos de bodas hay muchos. Levantas una piedra y salen treinta. Así que yo tenía que ser diferente, ser original y creativo, y empecé a publicitarme como el fotógrafo de las parejas aventureras, de las parejas que buscan algo original para su preboda, como el fotógrafo que hace lo que sea para captar la imagen deseada, y ahora, a mis 50 años, soy capaz de bucear para hacer reportajes bajo el agua o de comprar cientos de camisetas a fanisetas.com con diferentes diseños frikis y frases divertidas para ponérselas a los novios y hacerles reportajes divertidos con ellas. En una ocasión hasta me pidieron un reportaje preboda comic. Me quedé a cuadros pero yo, por supuesto, lo hice. ¿Querían un reportaje en el que ellos fuesen los protagonistas de un comic? Pues manos a la obra.
La verdad es que quedó muy original y hasta le puse al álbum los típicos bocadillos con el “Boom” o “¡Plas!” y cosas así.
Pero vamos, que hay ideas aún más descabelladas. En este artículo sobre las ideas más originales podréis comprobar lo creativa que es la gente. Hay fotos estilo selfie, fotos de zapatos, a contraluz y, por supuesto, de las más extrañas posturas…. Las hay hasta ¡haciendo escalada!!!! Eso aún no lo he probado peor no lo descarto la verdad, lo mismo hasta me gusta colgarme de las cuerdas para hacer fotos…. Nunca se sabe.