Cuando se prepara una boda se intenta que no falle nada. Se visitan muchos restaurantes en busca del mejor menú para que todos los invitados queden satisfechos. Todos los detalles para que sea una boda 10. Pero en los últimos años hay un aspecto que se está dejando de lado: los fotógrafos. Ya lo he escuchado en varias bodas que han decidido prescindir de los servicios de un fotógrafo porque “mi primo hizo un curso”, porque “un amigo mío tiene una cámara muy buena”, etc. Al final lo que queda es una chapuza.
Al final de una boda se suele recordar la barra libre, cuantas más horas mejor, y si el vestido de la novia era bonito o feo. El resto cae en el olvido y nadie se vuelve a acordar. Por eso la mejor forma de mantenerlo en la retina es que un fotógrafo profesional deje constancia de todo en unas preciosas imágenes que formarán parte del recuerdo para siempre. Solo hay que ver estas fotos de profesionales de boda, las mejores de 2017.
La mejor forma de mostrar a nuestros hijos cómo eran sus padres hace unos años. O de recordar a gente que por cuestión de ley de vida, nos deja.
Organizar una boda es una auténtica prueba de fuego para las parejas, es mejor que no dejéis cabos sueltos para última hora y que la última semana la dediquéis a vosotros. Por eso, una de las frases más repetidas cuando un fotógrafo llega a hacer un domicilio es “la novia/el novio está de los nervios”, obviamente esto se refleja en las fotos, en vuestro día y en el recuerdo que tendréis de este.
Para un mayor control, lo ideal es que la peluquera y a la maquilladora vayan donde estéis, de este modo ahorráis el tiempo de esperas y desplazamientos. Si no tenéis la posibilidad de contratar profesionales a domicilio, lo mejor es contratar la peluquería con más tiempo del habitual, si os casáis a las 13:00, en la peluquería decid que os casáis a las 12:30, ya que sé que es una mentira piadosa, pero que os hará estar a vuestra hora. No pasa nada.
Si está pensando en casarte, mi recomendación es que contactes con un profesional como Isaac Cepero. El tipo de reportaje que realiza como fotógrafo de bodas en Alcalá de Henares es fotoperiodismo de boda y por tanto le gusta cubrir todos los preparativos, detalles… según van sucediendo, de forma natural y sin alterar los hechos.
Creo que ésta es la mejor manera de que el reportaje de boda tenga la esencia del día; sin los famosos postureos, ahora que están tan de moda. Por tanto hay que ser meticulosos con lo que pueda aparecer, es decir, no dejéis cosas a la vista que no queréis que salgan en las fotos… alfombras, zapatos.
Preboda
A veces se duda de si hacer preboda, muchos lo ven cómo un saca dinero, pero no es así. Es la mejor manera de disfrutar de una sesión de fotos inolvidable, que seguramente luego el día de la boda, con prisas, no puedas hacerlo. Además te sirve para conocer más al fotógrafo antes del gran día y coger confianza ante la cámara y perder el miedo.
Es la mejor manera de conseguir imágenes espontáneas y que el fotógrafo os conozca. Además de la posibilidad de realizar un reportaje temático con cualquier tema que os una. Y es que el día de la boda todo será diferente. Yo siempre la recomendó porque se trata de una gran experiencia, que siempre recordaréis con cariño. Al final, lo más importante es “emocionaros, reír y compartir, que seáis vosotros y que disfrutéis de cada instante”.
Postboda
Por su parte, los reportajes de postboda se pueden dar para poder tener un reportaje de exteriores más tranquilo o en alguna localización u hora del día que el día de la boda nos es imposible por motivos logísticos o ambientales.
Por todas estas cuestiones hay que seguir manteniendo viva la tradición de contar con un fotógrafo profesional el día de la boda. Además seguro que a este no le ocurre como a tu primo o amigo que justo ese día se le estropea la cámara, pierde el flash o la tarjeta de memoria está llena. Olvídate de las fotos, y preocúpate solo de lo que firmes.