Se acercan las Navidades y los regalos a hacer son muchos, demasiados. En numerosas ocasiones nos encontramos con el papelón de tener que regalar algo y no querer invertir mucho dinero –o no disponer de él-. Para esos momentos, las manualidades son el regalo perfecto y más ahora, con lo de moda que se está empezando a poner en la blogosfera el hand-made, término que significa ‘hecho a mano’ en español, es decir, ‘manualidades’.
Si ese término se busca cada vez con mayor frecuencia en Google y la gente recurre más a él no es por una moda sin sentido, tiene su lógica. Y es la misma que la que convirtió en tendencia lo vintage, la segunda mano, las antigüedades. Se ha vuelto a poner en valor el mérito de pasar los trabajos en realizar un detalle gracias –o por culpa de- la crisis económica.
El asunto es que en los tiempos que corren regalar una manualidad no denota falta de ganas de gastar sino dedicación y esmero traducidos en aprecio por la persona que lo recibe. De hecho, se me ocurre que las personas que puedan invertir un mínimo (pues, al hablar de hand-made no hablamos de grandes cantidades de dinero) podrían realizar preciosos y valiosísimos regalos hechos a mano sin tener que hacer los ellos mismos.
Por ejemplo, un detalle con un familiar o amigo puede resultar tremendamente acertado optando por un catálogo de fotografía o cuadros personalizados que dejen clara tu autoría en la selección de imágenes, aunque tú no hayas tenido que invertir tu tiempo en pegar las fotos, escoger los materiales, imprimirlos, etcétera.
Más opciones: editar un libro en el cual el obsequiado sea el protagonista y que cuente una historia que os una o que resulte especial para la persona a la que se lo vas a regalar. Convertir a tu mejor amigo, a tu hermana o a tu compañera del trabajo en un personaje de ficción quizá dé buen resultado. Al fin y al cabo, continuarías incluyendo tu toque personal sin necesidad de esmerarte demasiado.
Cambiando de tercio y dejando a un lado las posibles opciones a regalar, en Navidades surge otro problema muy común: ¿Cómo llevo mis regalos a casa? A veces son muy voluminosos o, simplemente, no tenemos la suerte de contar con un medio de transporte adecuado en dicho momento. Por lo tanto, surge la necesidad de acudir a terceros. Por suerte, hay empresas de transporte en Madrid, Barcelona, Ávila y en la aldea más recóndita de Huesca. Ese problema se puede ver solventado contratando a una de estas numerosas y efectivas empresas de transporte.
Todas estas opciones deberían encauzar tus ideas y ayudarte a hacer regalos sin invertir grandes cantidades de dinero mientras decides no renunciar a la personalización, al cariño en el detalle. ¡Feliz Navidad!