La realización de fotografías para catálogo no tiene nada que ver con la producción de la fotografía industrial o publicitaria.
Las fotos para catálogo deben ser lo más homogéneas posible, para que de esa manera el cliente lo tenga más fácil a la hora de comparar productos. tiene un valor muy relevante, mucho más que la descripción del producto o las condiciones de compra, no porque sea lo más importante realmente, sino porque es en lo que más se fija la gente.
El fondo de las fotos debe ser neutro, evitando a toda costa los reflejos de luz. Esto favorece, entre otras cosas, a que se pueda colocar mayor cantidad de productos por página.
Dependiendo del tipo de productos, se pueden agregar fondos temáticos, incluso que aglutinen distintos productos en una sola imagen. Para un efecto de física más realista se puede aportar un reflejo sobre una superficie o agregar un sombra suave.
Para el fotografiado de prendas, lo ideal es contar con un modelo y, de no ser así, disponer de algún maniquí que permita apreciar el volumen de la prenda una vez puesta. En algunos catálogos también se puede encontrar fotografiada la prenda como si lo llevara un modelo invisible, ya que se aprecia perfectamente el volumen sin que se vea que nada ni nadie la lleva puesta. Para el efecto invisible se pueden utilizar perchas transparentes o metálicas que podemos modificar con unos alicates. Con el obligado retoque posterior en Photoshop, por supuesto.
Puede echar un vistazo a distintos catálogos de productos, como Marian’s Sport, Sidon Armarios, Exportcave o Cotriben. De esta manera podremos tomar ejemplos sobre la forma adecuada para fotografiar distintos productos (botas de fútbol sala, armarios empotrados, decantadores para vino y cuchillos de cocina). Gracias a esta variedad, podemos comprar aspectos y decidir qué tipo de imagen deseamos para nuestro catálogo.
Si deseamos un producto de cierta calidad y estamos dispuestos a invertir, lo mejor es que acudamos a un profesional.