A veces oigo decir eso de que “con un buen modelo puedes conseguir dar a la fotografía el estilo que necesitas, porque se adaptan a todo” y yo, que llevo muchos años en esto, corrijo “con un buen estilista puedes conseguir dar a la fotografía el estilo que necesitas, porque se adapta a todo”. Esto es así aquí y en Marte, se pongan como se pongan los profesionales de la moda.
Esto es una de las primeras cosas que descubrí cuando empecé en la fotografía. Llevaba muy pocos trabajos hechos cuando recibí un encargo que me quedaba un poco grande, se trataba de un catálogo de moda para una red de tiendas de ropa de mi ciudad. No es que fuera una multinacional ni nada parecido, pero se trataba de un catálogo de moda al fin y al cabo y yo ni tenía modelos, ni podía pagarlos ni sabía dónde encontrarlos. Convencí a las hijas gemelas que una conocida para que me ayudaran, a mi primo (que estaba de muy buen ver) y a una amiga a la que le gusta posar más que a un tonto un lápiz y luego me arrodillé ante mi hermana, que estudió maquillaje, para que me hiciera de estilista.
Pues bien, con sólo tres modelos femeninas y uno masculino conseguí un catálogo de lujo por el que recibí más de una alabanza, tanto del cliente como de expertos en fotografía, y el secreto no fueron los modelos (que he de decir que hicieron un gran trabajo para no dedicarse a esto) sino el estilismo. Si quería una foto rockera vestía a las gemelas con un look de cuero de la línea más salvaje de la colección de la tienda y mi hermana les ponía el pelo de colores con spray, las maquillaba siguiendo las pautas que marca esa tendencia y las plantaba delante de la cámara hasta conseguir que estuvieran cómodas riendo. Así conseguía mi foto rockera. E igual con el resto de estilos: ejecutiva, galán, popero, etc.
Un estilista, una personal shopper y un animador
Ahora, que mi trabajo se ha centrado más en fotografías naturaleza salvaje, en ocasiones realizo algún trabajo de moda y tengo muy claro lo primero que busco: una estilista, una personal shopper (sino me dan la ropa elegida de antemano) y a un animador que haga que mis modelos se lo pasen en grande y así es como consigo realmente lo que quiero.
Como estilista, por supuesto, sigo llamando a mi hermana. Como personal shopper también lo tengo muy claro, la mejor es Marta San Miguel, y como animador no dudo en llamar a empresas de trabajo temporal o de organización de eventos para que me manden al mejor que tengan.
Puede que ahora me salten al cuello muchísimos profesionales de la fotografía hablando de mil cualidades que deben de tener los modelos para conseguir buenas imágenes, pero yo opino que todo depende de cómo enfoques el reportaje y de qué quieras conseguir: naturalidad, belleza, clasicismo… todo vale, y todo puede conseguirlo un buen estilista, un buen animador y una buena personal shopper.