El vídeo es un elemento primordial en cualquier boda que se precie, como lo es el reportaje fotográfico. Un documento gráfico que no solo ha de dejar constancia de uno de los días más felices en la vida de una pareja, sino que debe tener el poder de emocionar, de evocar sentimientos. Te explicamos que características tiene que tener un buen vídeo de boda.
Con los avances tecnológicos que tenemos en la actualidad, el video de tu boda lo puedes ver cuando quieras. Lo puedes tener guardado en la memoria de tu móvil, tablet u ordenador y visualizarlo cuando te apetezca,
No es como antes que lo tenías guardado en una cinta VHS y solo se lo podías enseñar a las visitas que iban a tu casa. Ahora, en cuestión de segundos, puedes compartir el video con familia y amigos por e-mail o por mensaje de WhatsApp. A la gente le gusta ver los vídeos de boda. Se recrean observando cómo iba vestida la novia y los escenarios en los que se desarrolló el evento. Si, además, el que lo ve estuvo en el enlace, siempre busca alguna imagen en la que aparezca.
Ahora hay profesionales que se dedican a grabar videos de boda. Que son capaces de crear pequeñas obras de arte que concentran en unos pocos minutos el espíritu de aquel día. Hay quien dice que un video de boda no debe ser como una película de Hollywood. Que no hay que esmerarse tanto en la producción. ¿Por qué no? Si te lo puedes permitir, la situación la requiere. La gente no nos estamos casando todos los días. Queremos que el video sea un recuerdo que esté a la altura.
Estos son, en mi opinión, algunos rasgos que debe tener un buen vídeo de boda.
Un vídeo que cuente una historia.
Hablando con Artur, videomarker en F.F. Wedding Films, un estudio de video de Barcelona especializado en la realización de reportajes de boda, nos indica que un vídeo de boda debe contar una historia. La historia de amor de la pareja. Después de todo, una boda no es más que la constatación en público del amor que se profesan dos personas.
El video debe recoger los momentos más importantes de aquel día, poner atención en los detalles, capturar instantes que pasaron desapercibidos, pero sobre todo debe articular un relato.
Lo debe hacer porque las historias tienen la capacidad de mantener nuestra atención durante un periodo más o menos largo de tiempo, sin que para nosotros requiera ningún esfuerzo. Porque las historias son capaces de emocionar.
A la gente le gustan las historias. Por eso disfrutamos tanto viendo películas de cine o leyendo novelas. Formamos parte del proceso, en tanto en cuanto, estamos atentos para ver como se resuelve la trama. No queremos perdernos ningún detalle. Las historias tienen una capacidad para transmitir emociones que es más difícil de encontrar en otros medios y formatos.
Un vídeo corto.
Decía el escritor Baltasar Gracián que “lo bueno, si breve, dos veces buenos.” Esta es una premisa que se puede aplicar a los vídeos de boda. Un vídeo tipo presentación debe tener una duración de entre 3 y 5 minutos; mientras que uno en formato documental no debe durar más de 30.
Actualmente, la gente visualizamos una gran cantidad de vídeos, más que en ninguna otra época anterior. Miramos vídeos en cualquier momento en plataformas como YouTube, en las Redes Sociales. Somos capaces de realizar vídeos con nuestros propios dispositivos móviles.
En los vídeos que se cuelgan en internet, el primer minuto es el fragmento de tiempo que más visualizaciones tiene. Un porcentaje pequeño de espectadores es el que llega a consumir el vídeo por completo.
Esta no es una característica exclusiva de la red; más bien es un rasgo de los tiempos que vivimos. Consumimos tal cantidad de información que sentimos que no podemos perder el tiempo observando secuencias que no nos aportan nada.
Los primeros minutos del video son claves, tanto por la calidad de la imagen como por el enfoque que se le quiera dar. En la actualidad ya no son atractivos aquellos videos caseros de antaño, en las que se quería recoger todo con una cámara de vídeo en la mano.
Lo que no puede faltar en un vídeo de boda.
Un vídeo de boda es una pieza bastante personal. Su contenido depende de lo que quieran reflejar los novios y de la forma de trabajar del videocámara. Sin embargo, tal y como indica el blog Un día perfecto, hay una serie de momentos clave que no pueden faltar en el reportaje. Parece que si no están reflejados, el vídeo se halla incompleto.
Son escenas con un gran valor simbólico. Estos son los más destacados:
- Los novios por separado, preparándose para la boda. Es el momento en el que la novia se está poniendo el vestido de boda. En el que el novio se anuda la corbata. Los instantes previos al acontecimiento clave.
- La primera mirada de los novios. Esta es una escena típica que se suele grabar en la iglesia o en la sala del juzgado. Una imagen que refleja complicidad y que transmite ilusión por todo aquello que queda por venir.
- La colocación de los anillos. Una secuencia con de una gran carga visual y simbólica. Las manos de la novia en primer plano y un movimiento de cámara que se desplaza hasta su rostro. Un momento emotivo que materializa el compromiso. Algunos operadores de video sustituyen o complementan esta escena con la elocución de los votos, donde la palabra tiene más protagonismo.
- La lluvia de arroz. La salida de la iglesia o del juzgado, con los montones de arroz cayendo desde el cielo sobre la cabeza de los novios, refleja que la unión ya se ha materializado. Comienza el momento festivo de la boda.
- El lanzamiento del ramo. Acto seguido, la novia se da la vuelta y tira de espaldas el ramo de flores que le acompañó durante la ceremonia. Toda una tradición que augura la próxima boda a celebrar en el grupo de amigas.
- El corte de la tarta. Los salones de boda han convertido este instante en todo un ritual que forma parte de la ceremonia. Una expresión pública de la unidad de la pareja.
- El baile nupcial. Según la tradición católica, un matrimonio no se consuma hasta la noche de bodas. El vals que bailan los novios, después del banquete, es un anticipo público. Lo que pase en la suite nupcial no lo sabe nadie. El primer baile que protagonizan los novios inaugura el baile oficial y la barra libre con la que se festeja el compromiso. Sin duda, uno de los momentos preferidos por los invitados.
Tipos de vídeo.
La aplicación de la creatividad en la producción de un vídeo de boda ha dado lugar a diferentes variantes que permite a los novios elegir aquella que más le guste. Según el portal bodas.net estos son los tipos de vídeo más habituales:
- Documental. Digamos que este es el formato más tradicional. El que bebe de los videos caseros que se grababan antes. Un modelo que pretende recoger los momentos más significativos del día y dejar constancia para el futuro. En la actualidad se suele enriquecer con música de fondo y voz en off.
- Cinematográfico. Es un video inspirado en la estructura de una película. Con un hilo narrativo que se separa ligeramente de la sucesión natural de escenas. Un formato que da pie a la creatividad, en la que se introducen recursos como los saltos en el tiempo, intercalando imágenes o audios anteriores con escenas posteriores, en el que se emplean técnicas cinematográficas como los picados, o en el que se trabaja la importancia a la banda sonora.
- Videoclip. Este es un formato visual bastante popular en los años 80 y 90. Al ritmo de una canción se contaba con imágenes, una historia. En este tipo de video, la música tiene un protagonismo especial. Un formato interesante para grabar un video corto.
- Hightlight. Este es otro tipo de vídeo inspirado en el cine. En este caso, ya no tanto en las películas, sino en los tráileres promocionales. Un video resumen, con una gran carga visual, que logra reflejar toda la emoción del evento en unos pocos minutos. Una composición perfecta para compartir con familiares y amigos y hasta para colgarlo, si así quieres, en redes sociales.
- El antes y el después. Vídeos que recogen la preboda y la postboda, o que están montados con un esquema “Make in off”, “Así se hizo”, intercalando imágenes del evento con declaraciones de los protagonistas. Esta puede ser una forma original de presentar el vídeo de una boda.
Estas son algunas características y opciones que pueden tener un video de boda, pero ante todo, el vídeo debe gustar a los novios. Será una forma de recordar aquel día tan maravilloso aunque haya pasado el tiempo. No es bueno quedarse atrapado en el pasado, pero a veces nos viene bien recordar los buenos momentos para afrontar el presente y encarar con ilusión el futuro.