Cuando pensamos en los posados para las fotos, tanto si uno es fotógrafo como si es la persona a la que le van a fotografiar, adquieren gran importancia saber cómo debe uno colocarse. No hablamos de poner sonrisas fingidas o seductoras, es bastante más. Debemos saber cómo hay que situar cada una de las partes de nuestro cuerpo según la clase de foto, el escenario o la luz disponible existente para conseguir un retrato, tanto si es de manera individual como si es en grupo o en pareja. El posado va a influir en el resultado final, por lo que es de gran interés hacer un repaso de las claves que nos van a asegurar unos resultados mejores y que ayudarán a que se eviten posturas que sean poco naturales o que resulten forzadas.
Definición del tipo de retrato
Lo primero debe tenerse claro la foto que se quiere y lo que se pretende transmitir. Los especialistas en moda de HHG creen que este aspecto, en particular para las fotos de moda es un pie fundamental para que la foto tenga el éxito que se desea.
Todo va a depender de para qué se haga la foto, de ello va a depender cómo colocarse, la luz, la mirada, o si por ejemplo es un retrato donde lo que se quiere es posar de manera divertida. Tener las cosas claras ayuda a la hora de que posemos de una forma o de otra.
Así de decidirá que postura hay que adoptar, tanto sinos fotografían como si lo hacemos nosotros a otra persona. Igualmente es importante el escenario sobre el que se hace la foto y su fondo.
¿Cómo nos comenzamos a colocar o interactuamos?
Esto es lo más complicado, en especial si la persona retratada no es la que gusta más de que le hagan fotos. Esto lo que tiene como consecuencia es que se deberá ayudar a colocarlo, dándole una serie de indicaciones con precisión y claridad sobre la forma en la que hay que mirar, ángulo de la barbilla o cómo colocar pies y brazos, de forma que se evita el que quede tenso ante la cámara.
Uno de los mejores consejos que podemos dar es la búsqueda de un mejor ángulo, a fin de que quede colocado algo lateralmente, pero mirando hacia la cámara, la cual estará a la altura de la mirada y no por debajo de la misma.
Para conseguir que el protagonista se relaje, hay que hablarle de forma que sienta como le guían, pero también creando momentos distendidos, donde se quite tensión, pudiendo contarle algo que sea divertido, a fin de que sonría de forma natural, sin forzar la situación.
Los fotógrafos tienen que buscar una serie de alternativas, no solo utilizar una sola toma, el mismo ángulo o encuadre. Para conseguirlo, es posible pedirle que cambie de lado. Muchas veces una buena foto se tome la primera vez que se posa o incluso en la última, la clave es una buena dirección del fotografíado para que pueda sentirse cómodo.
La mirada
Elemento fundamental en los retratos y especialmente en las poses. Hay que lograr una mirada sincera y relajada, por lo que se puede solicitar al retratado que mire de forma fija a la cámara.
Un truco que suele ser infalible, es solicitar al fotografiado que mire dentro del objetivo y que esté pendiente de cuando se va a abrir y cerrar el diafragma en el interior. Así la persona estará concentrada y tendrá la mirada fija.
Otra de las opciones es cerrar los ojos por espacio de unos segundos y que se cuente hasta tres a la hora de abrirlos. En el momento en que se abra se puede disparar la foto. De esta forma se evita el pestañeo y la mirada va a aparecer con serenidad y claridad.
En el caso de que no queramos que en la foto se mire de forma directa a la cámara, se le puede indicar exactamente el punto en el que debe mirar. Lo mejor es evitar la inclinación en exceso de la cabeza o elevarla demasiado.
Espalda siempre recta
Esto es algo que se dice fácil, pero que no lo es tanto lograrlo. Cuando estamos en pie y se posa por espacio de unos minutos, no tardamos en tomar una serie de posturas que de una forma u otra curvarán algo nuestra espalda y se terminarán por caer algo los hombros. Fundamental mantener la espalda erguida y recta, así como los hombros algo hacia atrás. En ocasiones puede llegar a parecernos algo antinatural y va a notarse que forzaremos algo la postura, pero lo mejor es intentar mantener la espalda recta sin tensionarla. A la hora de conseguirlo, es importante tener una respiración relajada y profunda, no debiendo olvidarnos de colocar el cuello bien erguido.
Colocar las manos y los brazos
Otra clave de gran importancia, puesto que las manos con la mirada son de los principales elementos a la hora de expresarse. Así es como podemos evitar dejar los brazos colgando. Se les puede dar una función interesante como es la de servir como punto para apoyarse. Hay que recordar que se mantengan despegados del cuerpo ligeramente, de forma que se aprecie de mejor forma el torso o la cintura, tanto si es un hombre como si es una mujer la que pose.
Algo que hay que evitar, es que los brazos queden extendidos completamente, pues pueden parecer muy tensos, lo mismo que tampoco conviene que queden muy flexionados. Una flexión suave, donde se busque la naturalidad y la comodidad es muy importante. Las manos deben colocarse con los dedos relajados, flexionados ligeramente y no demasiado separados.
En el caso de no conseguir la naturalidad en las manos y los brazos, lo mejor es darles algo en lo que se pueden apoyar, por ejemplo, sujetar algo o colocar las manos en los bolsillos. Una forma natural que además tampoco van a distraer la atención.
La naturalidad es importante
Muchas veces, querer controlar tantas cosas termina provocando que el resultado no sea demasiado natural. No es fácil que las fotos queden naturales, por lo que conseguirlo no es sencillo, pero con algo de empeño y la lógica paciencia podemos lograrlo.
Todas las indicaciones de las que hablamos son fundamentales, pero tendrán que ir destinadas a lograr un resultado natural. Para ser naturales, hay que crear el momento, sin forzar la foto en el caso de no estar preparado y llegar a ese momento adecuado. Lo mejor es dejar que la persona encuentre esa postura en la que se encuentre cómodo, algo que se va a transmitir en la foto, consiguiendo una imagen mucho más natural y no tan forzada.
Posar con movimiento
No hay que asociar siempre el posado con permanecer quietos como si fuésemos una estatua. Se puede posar en movimiento o haciendo una determinada acción, como caminar. Todo ello es de gran ayuda para evitar rigideces y posturas forzadas, sin que haya improvisación en las poses.
Si hacemos un gesto de movimiento dirigido como se debe, el resultado será fluido, donde siempre hay que buscar que los movimientos sean naturales, ensayándolo varias veces, hasta que pueda salir de manera natural, pero sin que se olviden los detalles de mayor importancia.
Resaltar lo mejor y ocultar lo peor
Seguro que en alguna ocasión has escuchado lo de que todos tenemos un mejor perfil que otro. Todo esto se puede trabajar siempre para que destaquemos lo mejor posible a la hora de posar. Si se quiere destacar algo de nuestra cara, es bueno buscar la luz que pueda resaltarla, y así evitar los retratos de cuerpo entero.
No debemos olvidar la importancia de cuidar nuestro look, algo que va a depender de la ropa que se lleve, pudiendo tener un aprovechamiento del fondo, con el contraste y la luz adecuada. Hay que saber elegir cuál es el momento más adecuado, puesto que en el caso de no estar animados o sin la concentración necesaria, es mejor evitar posar de cualquier manera, sino queremos que el resultado sea un retrato que no nos favorezca demasiado.
Posar en grupo: buscando la conexión y el equilibrio
Muchas veces hay situaciones en las que hay que posar para una foto en grupo y no se sabe cómo hay que colocarse. Realmente debemos continuar con la misma atención ya comentada, cuidando aspectos, como la postura, las manos o la mirada. Si hablamos de grupos, también la colocación debe hacerse de forma equilibrada.
Otra cosa que debe demostrarse es la conexión existente entre los que posan, de tal manera que aparezcan muy separados o muy juntos, donde se tapen. Lo mejor es que no estén todos de frente. Cada uno tiene que buscar un ángulo y debe primar el momento natural y espontáneo.
Estamos hablando de unas claves que son generales, pero fundamentales cuando se posa para una foto. Merece la pena tener en cuenta estos detalles, debiendo siempre buscar la naturalidad, de tal manera que podamos estar relajados, y que sea un momento de diversión y agradable, de tal manera que se pueda transmitir la energía cuando tomemos la instantánea.
Por último, merece la pena mirar los trabajos de buenos profesionales del retrato, para ver cómo posan los retratados y la forma en la que logran destacar lo mejor de cada uno.