Muchos de los amantes del arte de la fotografía, por normal general, lo son también del cine. Se trata de dos espacios culturales que están íntimamente ligados. Un aficionado a las cámaras de fotos es posible que sueñe con acabar haciendo su propia película o simplemente un corto. Es algo que viví mucho en la Facultad de Ciencias de la Información de la Complutense, donde estudié, donde muchos de los estudiantes de Comunicación Audiovisual se pasaban los días buscando enclaves para intentar rodar sus ideas y previamente los fotografiaban. De hecho, la propia facultad había sido en su día un plató de cine. Si recordáis, le película que lanzó a la fama al director Alejandro Amenábar, Tesis, salió de entre aquellos muros de cemento, muy propios para género escogido, el del miedo. Pues bien, ahora, con las empresas de alquiler de equipos de rodaje e iluminación, si este es tu sueño, no está tan lejos como parece.
Ilucine, como su nombre indica, es una empresa dedicada a ofrecer sistema de iluminación para películas, que es posiblemente la parte técnica más complicada. El guion ya tienes que ponerlo tú.